La Luna es el único satélite
natural de la Tierra. Su diámetro es de unos 3.476 km, aproximadamente una
cuarta parte del de la Tierra. La masa de la Tierra es 81 veces mayor que la de
la Luna. La densidad media de la Luna es de sólo las tres quintas partes de la
densidad de la Tierra, y la gravedad en la superficie es un sexto de la de la
Tierra.
La Luna orbita la Tierra a
una distancia media de 384.403 km y a una velocidad media de 3.700 km/h.
Completa su vuelta alrededor de la Tierra, siguiendo una órbita elíptica, en 27
días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos. Para cambiar de una fase a otra
similar, o mes lunar, la Luna necesita 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,8
segundos.
Como tarda en dar una vuelta
sobre su eje el mismo tiempo que en dar una vuelta alrededor de la Tierra,
siempre nos muestra la misma cara. Aunque parece brillante, sólo refleja en el
espacio el 7% de la luz que recibe del Sol.
Después de la Tierra, la
Luna es el cuerpo espacial más estudiado.
Las Fases de la luna.
Según la disposición de la
Luna, la Tierra y el Sol, se ve iluminada una mayor o menor porción de la cara
visible de la luna.
La Luna Nueva o novilunio es
cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol y por lo tanto no la vemos.
En el Cuarto Creciente, la
Luna, la Tierra y el Sol forman un ángulo recto, por lo que se puede observar
en el cielo la mitad de la Luna, en su período de crecimiento.
La Luna Llena o plenilunio
ocurre cuando La Tierra se ubica entre el Sol y la Luna; ésta recibe los rayos
del sol en su cara visible, por lo tanto, se ve completa.
Finalmente, en el Cuarto
Menguante los tres cuerpos vuelven a formar ángulo recto, por lo que se puede
observar en el cielo la otra mitad de la cara lunar.
Las fases de la luna son las
diferentes iluminaciones que presenta nuestro satélite en el curso de un mes.
La órbita de la tierra forma
un ángulo de 5º con la órbita de la luna, de manera que cuando la luna se
encuentra entre el sol y la tierra, uno de sus hemisferios, el que nosotros
vemos, queda en la zona oscura, y por lo tanto, queda invisible a nuestra
vista: a esto le llamamos luna nueva o novilunio.
A medida que la luna sigue
su movimiento de traslación, va creciendo la superficie iluminada visible desde
la tierra, hasta que una semana más tarde llega a mostrarnos la mitad de su
hemisferio iluminado; es el llamado cuarto creciente.
Una semana más tarde
percibimos todo el hemisferio iluminado: es la llamada luna llena o plenilunio.
A la semana siguiente, la
superficie iluminada empieza a decrecer o menguar, hasta llegar a la mitad: es
el cuarto menguante.
Al final de la cuarta semana
llega a su posición inicial y desaparece completamente de nuestra vista, para
recomenzar un nuevo ciclo.


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